11 de agosto de 2011

Castroverde mostra, a través dos seus pazos, a riqueza da súa orixe señorial...




Si hay una arquitectura por excelencia en Galicia, esa es la de los pazos, y el municipio de Castroverde puede presumir de tener una buena colección de estas típicas edificaciones.
Vestigio del dominio señorial son los pazos de Frairía, con su patio central con arcos; el de Cellán de Mosteiro, con sus dos escudos, o el de Pena, con sus grandes proporciones que le permiten un gran patio y amplias salas. Destaca el de Abraira-Arana de Vilabade por su gran valor artístico, que aumenta la belleza de su contemplación al formar angulo con la iglesia de Vilabade.
El visitante tiene mucho donde elegir para elaborar una ruta por estas edificaciones, entre distintos estilos y localizaciones.
Varias construcciones señoriales están vinculadas a la casa de los Sobrado, que pasó por gloria e infortunio -más de lo primero que de lo segundo puesto que el linaje acabó siendo poseedor de varios cotos, capellanías, casas señoriales con sus terrenos, posesiones de rentas y derechos juridisccionales- durante su historia hasta que en 1720 se dividió en distintas ramas que se repartieron sus posesiones.
Refugio de tropas
El pazo da Folgueira -hoy Freiría- fue clave para la expulsión de los franceses. En él, Jose María Pardo preparó tropas, corriendo con el mantenimiento por su cuenta. Esta colaboración le acabó valiendo el ser regidor y gobernador de Lugo. De este mismo linaje han salido tres alcaldes para la capital de la provincia.
En lo que se refiere al edificio, se levanta sobre una planta cuadrangular con un saliente aplicado hacia la capilla. Toda la fábrica del pazo de Freiría se compone de una combinación pétrea de mampostería y sillares de granito.
Entre los elementos arquitectónicos de su capilla destaca una puerta con una moldura de baquetón en todo el recorrido.
En esta construcción destaca también el patio interior, de los llamados de claustro. Se encuentra en perfecto estado de conservación y es lo más interesante del edificio.
Barroco
De otra rama del linaje de la casa de Sobrado surge el pazo de Cellán, en Cellán de Mosteiro, que es un recuerdo de los mejores días de la familia. Esta construcción es un claro ejemplo del barroco del siglo XVIII y, aunque se encuentra un tanto abandonada, los estudiosos coinciden en lo interesante de su visita.
El pazo está levantado sobre planta en forma de L con una torre de tres pisos. Su fábrica es toda de sillares de granito y parte de piezas de cachote en zonas de la torre, que forma cuerpo con la impresionante fachada principal en donde se encuentran sus dos majestuosos escudos que recuerdan el origen señorial de sus primeros propietarios.
El interior solamente conserva una gran cocina tipo lareira y el recuerdo de una mazmorra en el sótano, ya que esta casa tenía jurisdicción civil y criminal.
PATRIMONIO
  • Mucho más que arquitectura. Los pazos son construcciones típicas e interesantes de Galicia, pero los visitantes que acudan a Castroverde tendrán acceso también a otro tipo de riqueza patrimonial. Hubo dos casas-torre en Soutomerille y se conserva una dedicada al turismo rural.
  • La casa-torre de arriba. Rehecha por Bartolomé López Pallin y su mujer Inés López da Barreira en 1590, el edificio actual ha sido transformado múltiples veces, pero todavía pueden verse elementos originales, como la puerta de medio punto.
Peregrinación

El Camino Primitivo a Santiago hace varias paradas en el municipio
El Camino Primitivo, variante por el interior del Camino Norte o también llamado Camino Viejo, está en plena recuperación y hoy es elegido por un gran número de peregrinos que quieren huir de la masificación del Camino Francés.
Su origen se remonta al rey Alfonso II, que es probablemente el primer peregrino conocido y, en cuanto conoció la noticia del hallazgo del cuerpo del Apóstol, tomó inmediatamente ese camino hacia Compostela para poder ver el suceso con sus propios ojos.
Esta ruta jacobea parte de Oviedo. Mientras la capital del reino estuvo en esta ciudad, el Camino Primitivo fue clave en las peregrinaciones, pero cuando se trasladó a León tomó más relevancia la conocida ruta de los franceses, que acabó por eclipsar al resto de variantes.
El Camino Viejo atraviesa Castroverde procedente de la montaña lucense, entre bosques autóctonos y parajes naturales dignos de visita.

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